Los problemas de los niños se sitúan dentro del marco cambiante de su desarrollo. Pueden deberse a situaciones relativas a su crianza o a su educación, pueden vincularse a eventos que transforman su vida o que les generan angustia o pueden ser efecto de las dificultades de la familia o de la pareja parental. 

 

Para los padres a veces es difícil saber si una situación con su hijo es preocupante y determinar si deben dar un sentido a su conducta, a lo que dice y a lo que no. En ocasiones el aviso de que algo no va bien viene del colegio, de la institución médica o de un tercero. Esto facilita la localización de la problemática pero puede complicar la aceptación de la dificultad por parte de la familia.

 

Para trabajar con los niños, es preciso contar con la confianza de los padres. Se trata de una doble operación: el tratamiento de los niños, en que los acompaño a utilizar sus propios recursos para construir respuestas y soluciones a sus dificultades; y el trabajo con los padres, que es uno de acompañamiento y de orientación en su tarea educativa y formativa.

 

Motivos de consulta: preocupación de los padres; ansiedad o angustia; agitación corporal e hiperactividad; anomalías en la alimentación; alteraciones en el sueño y pesadillas; falta de atención y falta de concentración; afectaciones en el lenguaje y la comunicación; dificultades en el vínculo social; problemas en la escolarización; berrinches, celos y agresiones; duelos, tristeza o desgana; miedos y fobias; otros.

 

Si es preciso, hago coordinaciones con los colegios.